Un ligero viento meció las ramas de los árboles. El susurro, casi inaudible rompía ligeramente aquel silencio, dulce silencio de la noche. Las luces de las farolas, proyectaban las sombras de aquellas ramas como ligeros brazos de mimbre, brazos que mecían a aquella pareja, sentados en aquel banco.
Aquel silencio se hacía cada vez más audible, y más acogedor. Silencio que hablaba, silencio que lo decía todo, silencio que tapaba la timidez de aquellos dos muchachos, que sin saber cómo, se decían cosas el uno al otro, solo con la mirada, con el brillo de sus ojos.
Y entonces llegó. Sin más. El momento más esperado, se presentó sin avisar. Traído por ese ligero viento, acompañado de aquel silencio.
Todo había sido dicho. El miedo pasó. Los nervios, ya antiguos, se canalizaban de uno a otro. Ponían todo su esfuerzo en aprovechar cada segundo el uno al lado del otro... Segundos mágicos, segundos noctámbulos, segundos silenciosos. Segundos... de aquel 19.
Tengo que desempolvar este blog (aunque también se puede leer esto en el Metro, que me lo ha pedido Fer, al igual que yo se lo pedí a él en su día). Recomiendo que se lea esta entra con la canción "Retales de una vida" de "Celtas Cortos" de fondo.
Llegó el momento. A menos de un mes de marchar para Madrid, uno se acuerda de tantos y tantos planes como hicimos años atrás.
Y ahora, te das cuenta, de las vueltas que puede a llegar a dar la vida. Pensábamos que todo nos saldría perfecto, que nuestro planes saldrían todos bien y nada variaría de conforme estaba.
Bien, pues nos equivocamos. Al final, unos a Getafe, otro a Cuenca, otros en Ciudad Real, y yo, en Madrid.
Y sinceramente, yo tengo miedo. Miedo al cambio. Durante 6 años (o un poco menos), he convivido día a día, con un grupo de chavales que a día de hoy, puedo llamar "AMIGOS", en mayúsculas y con todas sus letras. Gente, con la que ahora, me sería imposible pasar una semana sin saber nada de ellos. Gente con la que he reído, llorado, he tenido miedo, hemos pasado tensión, nervios, alegrías, tristezas, despedidas, peleas, reconciliaciones.
Y es que esta noche hemos recordado algunas de las historietas que nos hemos ido inventando a lo largo de nuestros días, y al llegar a mi casa, he sentido pena.
Pena, de saber que en poco menos de un mes, nos habremos separado geográficamente, que pasaremos días y días sin vernos, sin hablarnos, sin saber nada de nosotros...
De igual manera sé, que a la más mínima opción, haremos todo lo posible por vernos. A mi me queda el consuelo, de saber, que a 3 euros, y 30 minutos, tengo a Paco, Fer y Rodri. Alvaro, en 15 minutos en metro, y estaremos tomando un café... Buda, bueno Buda... De Cuenca a Aranjuez no hay nada muchacho! Novis, Luis, Guille, Peru...
Aún así, seguía habiendo algo que me daba pena... Valdepeñas, esta bonita ciudad, de la que tantas veces hemos despotricado hasta más no poder, y la cual, siempre nos guarda una sorpresa (sí Paco, nos la guarda, de verdad XD).
Esta ciudad, nos servirá, como punto de encuentro, lugar de reunión, y cuna de todas nuestras historias y guiones de cine.
Echaré de menos todo. Las tardes de radio con Fer y Buda. A Paco durmiendo en clase. A Aljaro y Alvaro en la puerta del instituto los recreos. A Luis. A Novis cantando por las calles de Zakopane... Las mañanas frías camino del insti hablando del Comunio, las vueltas corriendo a casa, para llegar a lo calentito pronto... A Paco sacudiéndose el pelo nada más llegar a clase, dejándome las gotas en las gafas...
Cambiará la ciudad, cambiará la compañía, pero sin duda, lo que no cambiará, es el sitio dentro de mi, de mis amigos.
No hay día que no me pase. Bien a las 7 de la mañana cuando me levanto o bien cuando entro al instituto. Me suele pasar por la tarde al ponerme delante de un libro para estudiar. También me sucede en la hora antes a un examen.
¿Por qué estudiar? Un agobio, del día a día, con exámenes, clases, estudios... Todo esto cansa.
La desesperación de sacar una nota que te abra al puerta a la universidad. El agobio de pensar, que tras este curso, tendremos unos exámenes que nos permitan (o no), poder seguir estudiando.
Pensar, que tras esto, 5 años mínimo de carrera. Y cuando todo parezca ya acabado, busca trabajo, que te paguen bien, para poder vivir, tener un piso, una familia...
Es verdad, me planteo mucho esto. ¿Por qué estudiar? Si todo lo que viene detrás es aún peor.
Pero tras ese pensamiento, enciendo la radio, o veo alguna de estas fotos, y recuerdo por qué.
Quiero estudiar periodismo, para el día de mañana, poder trabajar y que esta foto no sea una mera anécdota que contar y enmarcar. Quiero que esta foto se convierta en una rutina.
Un rutina pesada, pero que cada vez que se vuelva monótona, recordemos que hay cientos (y ojala que miles) de oyentes al otro lado de un transistor, esperando oír tu voz. Esperando que le cuentes algo que no saben. Algo que les interesa. Algo que les alegre el día.
Estarán esperando que tu voz les ayude a pasar las horas en un trabajo que a lo mejor, no les entretiene tanto como a ti el tuyo. Estarán esperando que una persona les salude, y que su voz les acompañe durante varias horas.
Yo quiero ser esa voz!!
PS: Me puse sentimental, pero es que ya me tocaba :D
Bueno, bueno... Pues llegó el momento, y el año, en el que todos los del grupo nos iremos haciendo mayor de edad. El prologo fue Novis.
Y ahora le toca el turno a Fer. Supongo, los que leáis habitualmente este blog, creo que no hace falta que os lo presente.
Me acompaña en casi todo lo que se me ocurre... Y lo malo, es que hasta le gusta.
De mis mejores amigos, me comprende en todo... Empezamos juntos, el proyecto que más me ha ilusionado, y gracias a él, (y a Buda, pero como hoy no pinta nada, no lo nombro :P), estamos consiguiendo cosas impropias para gente de nuestra edad...
Así que nada chiquete, que te lo pases muy bien hoy, que cumplas muchos más, y que espero que esta foto la repitamos algún día... Y que se pueda usar como imagen corporativa... Y que no sea una simple coña :D
No suelo pararme a fijarme en mi alrededor... Y cada vez que esta situación llega a mi vida, me doy la vuelta, e intento coger otro camino que me aleje. Pero esta vez, fue irremediable.
Quizás tenía ganas de reflexionar, y por eso no no evité el pensamiento, o puede ser que las ideas, los pensamientos, son ráfagas que al igual que el viento se mueven aleatoriamente y cambian su rumbo sin preguntar.
Sea como fuere, llegó el momento, quizás, en uno de los peores. Tengo la sensación de que nos alejamos, los unos de los otros, y que vamos eligiendo nuestros caminos de manera caprichosa, sin pensar lo más mínimo en la gente que nos rodea. Lo malo es, que no nos damos cuenta, y que esto puede pasarnos factura, porque la amistad es algo que se cultiva con los años, pero que en 2 horas, puedes echar a perder.
Y con esto, no me refiero a que dentro de unos cuantos meses, cada uno nos vayamos a estudiar por nuestro lado... A lo que yo me refiero, no es algo físico, es a lo psíquico.
Me da rabia distanciarme de gente que durante muchos años, o no tantos, han sido para mi, pilares fundamentales.
Cambiamos nuestras ideas, amoldamos nuestros intereses a la ocasión, y con todo esto, nos deshacemos de gente que ya no nos interesa, dejándola abandonada cual perro en una cuneta una noche de verano.
No sé si lo leerá alguien, espero que sí. Espero que se entienda, y captéis mi idea. No quiero crear malos entendidos, que bastantes problemas ya tenemos...